jueves, 6 de marzo de 2008

LEYENDA por...IZRAEL OLAIZ NAVA 619

LA DAMA DE NEGRO
En una ocasión que aborde un taxi a medio día me dirigía al vergel y me puse a platicar con el chofer, ya que me pareció curioso que el auto estaba decorado con tributos a la santa muerte; en la plática el taxista me dijo que él era creyente y que le tenía mucha fe a la muerte ya que él había tenido muchas malas experiencia anteriormente y que desde que paso a tepito en la iglesia que tiene la figura de la santa muerte todo le salía mucho mejor.
El me platico que toda la mala racha empezó en una noche que él estaba haciendo guardia en la base que le correspondía y que al no tener mucho trabajo tomo las llaves de su auto y se fue a buscar pasaje sobre las calles. Pasando el tiempo no encontró pasajeros y se disponía a partir a su casa; para cortar camino entro a calzada del hueso y topo con canal nacional; en la esquina de estas dos calles había una señora de negro que le hizo la parada; su aspecto era raro, su piel era muy pálida, su vestimenta era negra; zapatos, falda, saco y sombrero; no era una mujer alta y era de complexión robusta.
La señora levanto su mano indicándole el sentido de su rumbo (que era seguir por canal nacional) el taxista miro el retrovisor refiriéndose a la dama su destino; esta había tomado una postura fetal en el asiento trasero del auto y antes de que el taxista terminara de preguntarle…La dama se lanzo hacia el parabrisas en un estado de euforia total gritando con un tono chillante y agudo “lléveme a mi casa”. En ese momento el taxista detuvo violentamente el automóvil y miro de nuevo el retrovisor y no vio a nadie sentado ahí viro su mirada completamente y la dama había desaparecido.
El taxista estaba en un estado de shock total y se dirigió rápidamente a su casa al llegar a su casa encontró que su hijo menor estaba muy enfermo y que había que llevarlo al hospital; pocos días después el mayor de sus hijos lo culpaban de robo y lo iban a llevar a la cárcel.
Al cabo de unos días el taxista tuvo que trabajar horas extra para pagar las medicinas de su pequeño hijo y después de dejar un pasaje en la U.A.M. de Xochimilco; mas o menos a la misma hora del altercado que tuvo en aquella ocasión. Volvió a tomar canal nacional y otra vez la dama de negro le hizo la parada, en esta ocasión el taxista se siguió de largo no haciendo caso de esta mujer, cuando de pronto al mirar de reojo su retrovisor…estaba sentada en el asiento trasero en la misma posición que en aquella ves y al mirarla el taxista esta levanto la cara y se volvió a lanzar al parabrisas repitiéndose la misma escena de aquella ocasión, y una vez más la señora después de gritar “lléveme a mi casa” desapareció.
Al llegar a su casa el taxista encontró a su hijita y a su esposa golpeada por un asalto y bastante delicada; y los problemas en asenso con sus otros 2 hijos.



El taxista siguió trabajando para poder pagar las deudas tan crecidas y un pasajero le sugirió que le pidiera a la santa muerte después de dejarlo cerca del metro tepito ya que el taxista le había compartido sus problemas familiares y este así lo hizo, como la famosa iglesia está cerca de ahí el señor fue a pedir por su familia y le puso un cirio.
El taxista salió de ahí y al llegar a su casa las cosas se tornaron diferentes: su hijo el menor estaba listo para salir del hospital, el mayor lo habían declarado inocente y a su esposa e hija las lesiones habían sido de menor grado. Poco a poco el señor ha salido de sus deudas y su economía se pone “estable”, pero indudablemente el señor no quiere volver a pasar por canal nacional nunca más.

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