miércoles, 5 de marzo de 2008

Los zapatos de santa-claus

Por Laura Cristina Ramírez Vassallo


Mi nombre es laura y siempre fui muy enfermiza recuerdo muy nítidamente que cuando yo iba en preprimaria recién que llegue a león Guanajuato fui al doctor a hacerme un chequeo de rutina es mas creo que era para la escuela un cerificado medico o algo así el doctor no se porque ya que no es normal se le ocurrió revisarme los pies entonces fue cuando se percato que yo tenia el pie plano y me mando zapatos ortopédicos eran gigantes pesaban mucho y al final del día me terminaban doliendo los pies por el arco, con esos zapatos me sentía muy incomoda, me sentía santa-claus, no podía correr y mis compañeros decían que con una patadita que les diera ya les rompía los huesos por lo pesados que eran.

Los zapatos los recuerdo muy bien, eran grandes como tipo bota igualitos a los de santa-claus (porque también se me iba el pie de lado) tenían una platilla especial con un arco y una bolita en medio, negros, eran los zapatos de santa yo lo podía jurar y bueno si tenían aspecto de ser de niña pero no yo los veía como de niño aunque siempre que íbamos al ortopedista mi mama m ayudaba a escoger los mas bonitos que tenían (bueno según ella) los cambiaba cada tres meses junto con las platillas eso quería decir que empezaba de nuevo el dolor (porque dolía).

Mi pie nunca cambio y siento que fue una perdedera de tiempo, dinero (y sufrimiento para mi) cuando nos cambiamos de casa y nos regresamos a vivir aquí a México yo estaba en la primaria, no estoy totalmente segura pero creo que estaba en cuarto de primaria, todo con mis zapatos siguió igual yo usándolos y madre cambiándomelos cada que era necesario, o cada que tenían dinero, cuando tuve la edad suficiente (llegando a sexto de primaria) me rehúse totalmente a seguir usándolos le dije a mi mama que ya no los quería y que no me importaba que mi pie no fuera igual al de los demás, de todas formas yo no era igual a los demás, en ningún sentido, fue tal mi encaprichamiento que al final mi mama termino accediendo y ya no compramos mas zapatos, claro que al principio me sentía rara, porque pues, ya no tenia las botas enormes de santa-claus que cubrían mis pies, y si para mi desconsuelo, también me dolían, pero me termine acostumbrando y ahora ya no los uso es cierto con el paso del tiempo mi pie hace que los zapatos se hagan feos y se gastan mucho, y no puedo usar esos zapatos que solo se amarran con hilitos, listones o cosas por el estilo pero no me importa ya que se que los zapatos que traigo me gustan y no voy a permitir que me obliguen a ponerme unos zapatos ortopédicos nunca mas en mi vida, ya que son bastante feos, pesados e incómodos se que mis papas lo hicieron por mi bien, y se los agradezco de verdad, pero nunca me gustaron, ahora se que no puedo usar cierto tipos zapatos y conozco perfectamente mis limitaciones al momento de caminar (ya que también me tropiezo y me canso mucho por lo mismo) pero estoy feliz, y a gusto con lo que traigo puesto.

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