jueves, 6 de marzo de 2008

Zinedine Zidane por Emmanuel Reyes

Corría el año 2000, era un año importante para el mundo futbolístico, ya que era la Eurocopa del año 2000 en Holanda y Bélgica, para mi era un año importante ya que estaba iniciando la preparatoria. Debido a esto mi madre tuvo que comprarme nuevos zapatos y nuevos tenis, así que nos dirigimos a un centro comercial y comenzó la búsqueda. Empezamos a recorrer las tiendas y a decir verdad no encontraba ningún modelo que me atrajera, hasta que llegamos a una tienda de artículos deportivos ahí me encontré un par de tenis que simplemente me impactaron, me emocionaron, eran de color negro con vivos blancos y tenían un color rojo que parecía haber salido del infierno, era tan intenso y llamativo que lo único que pude hacer fue elegirlos, pero hubo algo que me llamo la atención, tenían el nombre y el numero de mi jugador de futbol favorito Zinedine Zidane y eso para mi era un plus, después de comprar otros modelos dejamos el centro comercial y nos dirigimos a nuestra casa, yo estaba claramente emocionado por mis nuevos tenis.

Al día siguiente llegue a la escuela con mis nuevos tenis, y obviamente me sentía como en el cielo, así que decidí probar mi nuevo calzado jugando una cascarita. El confort que me proporcionaban era excelente, esa mañana metí dos goles y a partir de ese día use los mismos tenis para jugar futbol durante 2 años, no me importaba que estuvieran desgastados, tal vez un poco rotos, estos tenis me acompañaban a todos los partidos y además a todas mis citas con mi novia de ese momento que ya estaba harta de ellos, pero tenían algo que me impedía tirarlos, tenían el nombre de mi ídolo, que era el mejor jugador de los últimos tiempos, el era alguien a quien yo quería emular en todo aspecto dentro y fuera de una cancha de futbol, pero como todo romance llega a su fin, mis tenis también se fueron para siempre, un día de abril desaparecieron de mi vista, algo ocurrió una extraña sensación de dolor, aun hoy en día nadie me ha dicho que fue lo que paso con ellos, una mañana de sábado que iba a jugar un partido, los busque por toda mi casa y ya no estaban, fue tan duro el golpe que deje de ir a ese partido, y deje jugar al futbol por 2 meses, la tristeza era tan grande que fue como perder una parte de mi.

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